Nada más llegar , nos encontramos a Ángel Elizalde que ya estaba telescopio en ristre obteniendo unos videos de los escribanos nivales.


De vez en cuando alzan el vuelo, su trino suave es inconfundible.
Son extremadamente confiados pero constantes, no se detienen un momento, y al fotografiarlos tan cerca hay que elevar las velocidades de obturación ya que muchas fotos a más de 1/1000 quedan movidas.
Escribanos nivales, Plectrophenax nivalis
La verdad es que teniendo a los tres nivales, poco levantamos la cabeza para ver otras aves, algún alcatraz lejano y un par de trenes de alcas es lo que vimos, Angel nos cuenta que también había visto araos. Un ratonero un par de milanos reales y el habitual planeo de las patiamarillas.
Comparten el pasto del prado las bisbitas comunes tarabillas y lavanderas blancas, no vimos posada ninguna de B de Richard, aunque si que nos sobrevolaron tres.
Tres horitas de fotopajareo detrás de estos escribanos, y toca volver para casa, eso si con las tarjetas llenas, no se lo que tiene este bicho, pero el entusiasmo de Juankar con estas especies me ha contagiado, y ya estoy deseando volver a observar a este trío de “ratones blancos.
Unas fotos son Dani que me ha dejado para subir al blog y las otras de Tomás